Miembros del círculo íntimo de Raúl Castro —incluidos su hija Mariela Castro y su nieto Raúl Guillermo Rodríguez Castro, alias “El Cangrejo”— viajaron en varias ocasiones a territorio estadounidense, amparados por pasaportes diplomáticos, protección especial y con los gastos cubiertos.
Una investigación de Martí Noticias, basada en documentos oficiales filtrados del Ministerio de Relaciones Exteriores (MINREX), revela que entre 2012 y 2016, al menos una decena de altos funcionarios cubanos, incluidos escoltas y familiares del propio general Castro, realizaron múltiples visitas a Estados Unidos en el marco del proceso de normalización de relaciones entre La Habana y Washington.
Visas diplomáticas en tiempos de deshielo
En notas enviadas por el MINREX a la entonces Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana, el gobierno cubano solicitó visas diplomáticas para Raúl Guillermo Rodríguez Castro y varios altos oficiales del MININT, como Humberto Francis Pardo y Rafael Arturo Fong Puig.
Los documentos detallan viajes entre julio y octubre de 2015, para reuniones en la ONU y otras actividades oficiales. La duración de las estancias en algunos casos alcanzó casi tres semanas, mucho más que el tiempo de los eventos protocolares a los que presuntamente asistirían.
La familia de Raúl Castro Ruz
Una de las notas, fechada el 6 de julio de 2015, solicitaba visa para “El Cangrejo”, entonces con 31 años, bajo el argumento de participar en reuniones del sistema de Naciones Unidas. Otra comunicación del 14 de septiembre confirmaba la presencia de los escoltas personales del general durante una estancia en Nueva York del 20 de septiembre al 8 de octubre, con protección especial del gobierno estadounidense.
Mariela Castro, diplomacia selectiva y escoltas en Nueva York
Los documentos también confirman que Mariela Castro Espín, hija de Raúl Castro y directora del Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX), viajó a Estados Unidos en abril de 2015 con pasaporte diplomático. La acompañaban sus hijos Lisa y Paolo Titolo Castro (también con pasaportes oficiales), su esposo Paolo Titolo y una funcionaria del CENESEX. El motivo oficial: asistir al 48º período de sesiones de la Comisión de Población de la ONU en Nueva York.
Documento oficial del Minrex pidiendo visado a EEUU para Mariela Castro y su familia.
Mariela había intentado entrar a EEUU al menos desde 2002. Según reveló la exjefa de la Sección de Intereses, Vicki Huddleston, en su libro Our Woman in Havana, el canciller Felipe Pérez Roque solicitó entonces una visa para que la hija del general asistiera a una conferencia de género en California. En 2012, EEUU le concedió una nueva visa para participar en un evento académico en San Francisco, lo que provocó una fuerte reacción del Congreso.
Protestas en Washington y protección especial
La visita de Mariela Castro en 2012 provocó duras críticas de los entonces senadores Marco Rubio (actual secretario de Estado) y Bob Menéndez, así como organizaciones como Hispanic Leadership Network.
A pesar de estas reacciones, Mariela viajó con protección del Buró de Seguridad Diplomática del Departamento de Estado y se hospedó cerca de la misión cubana en la ONU. Un visado posterior le fue restringido a un radio de 25 millas, impidiéndole asistir a un evento en Filadelfia donde recibiría un premio por su activismo LGBT.
Respuesta oficial de EEUU
El Departamento de Estado de EEUU dijo que no hablaría sobre quién viajó a EEUU hace una década, pero ofreció algunas declaraciones.
"La hipocresía del régimen cubano es bien conocida en todo el mundo y por su propio pueblo. Mientras el pueblo cubano sufre hambre, vive cada vez más sin electricidad y sobrevive en una pobreza extrema, los funcionarios del régimen, sus familias y la élite cubana siguen viviendo con lujos, incluyendo viajes frecuentes al extranjero", indicó un vocero a Martí Noticias el miércoles.
Cleve Jones, Mariela Castro y Jeff Cotter en San Francisco en el 2012. Foto tomada de rainbowfund.org.
Una familia conectada, protegida… y en silencio
Los viajes de Mariela Castro contrastan con las duras restricciones migratorias que enfrentan millones de cubanos. Sus hijos, ciudadanos italianos por ascendencia paterna, están hoy vinculados a lucrativos negocios en la isla.
Rodríguez Castro, “El Cangrejo”, ha sido señalado por su poder creciente en la cúpula militar y empresarial, además de su rol en la protección personal del general, pero no ha sido objeto de sanción alguna por parte del gobierno de Estados Unidos.
Vilma Rodríguez Castro, hija de Déborah Castro Espín y del general Luis Alberto Rodríguez López-Callejas, también figura entre los beneficiados. Documentos adicionales confirman que viajó a EEUU al menos cinco veces entre 2012 y 2016 con pasaporte diplomático.
Congresistas en Estados Unidos reaccionaron con dureza al reportaje, condenando los privilegios de los nietos del castrismo y exigiendo que se les impongan sanciones inmediatas.
La embajadora Vicki Huddleston resumió el interés de los Castro en visitar EEUU con una frase: “Estados Unidos nunca recuerda, y Cuba nunca olvida”.